Confieso que la primera vez que recuerdo fijarme en el microcemento, en casa de una amiga, no me encantó. Más bien me pareció inacabado, soso y sucio. Pero hoy ya no puedo decir lo mismo.
Cuando mi cuñada nos propuso poner microcemento en nuestra cocina en seguida me pareció una idea buenísima que ejecutamos y, a mi parecer, quedó muy chula.
Es por eso que hoy traemos el microcemento como recurso decorativo. Es polarizante, o te gusta o no te gusta. Si te gusta las opciones son infinitas y variadas. Si no te gusta, dale una oportunidad, al final te chiflará!
El efecto que tiene de vestir una estancia desnuda, de darle un toque distinto y de decorar con tan poco me encanta. Además es un material muy versátil y resistente, que puedes usar para casi cualquier estancia que desees.
¿Sois fans del microcemento? ¿Dónde lo pondríais en vuestra casa?
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