Es un recurso que pudimos ver MUY presente en Mercantic cuando fuimos hace ya unas semanas, como os contamos AQUÍ, yqu e tiene unas posibilidades eternas encajando en (casi) cualquier ambiente y estilo. Porque decorar a tu gusto es genial, pero hacerlo reciclando es mucho mejor. Hazte con cajas de fruta antiguas y dales la forma y el color que más te gusten, confía en nosotras, te chiflará el resultado y te sentirás muy orgullosa.
Como estanterías son geniales, pero como caja para guardar juguetes también tienen mucho rollo.
Si te gusta el efecto estantería pero no eres fan del rústico, con una capa de pintura solucionas tus dudas.
Para los que les va todo a lo grande, une el máximo número posible de cajas en una sola pared y conseguirás una estantería enorme para tus libros, cuadros, pelis...
También queda genial a modo de cómoda en el recibidor. Lo vi en casa de una amiga y me enamoró!
Como veis, encaja a la perfección hasta en el estilo más minimal! Sólo hace falta que no desentone con la casa y lo tengas impoluto y vacío.
Pero para los más arriesgados, ¿por qué no probáis algo así?
Para darle un toque menos casual y que se vea mucho más trabajado, el toque final perfecto con rueditas como las de este mueble. Ventaja añadida: Te permite mover el mueble a cualquier rincón sin rayar el suelo.
Esta bien arriesgar con formas asimétricas y disponer las cajas en direcciones distintas entre ellas. El efecto es más desordenado pero con mucha personalidad.
Para una cocina, algo así me parece bestial.
El tono de estas estanterías me requeteencanta (me lo pido!)
Y ya, para convencer a los prácticos, es genial para guardar zapatos en la entrada de casa, así no manchamos el suelo y las alfombras!
La idea de transformar una caja baja en bandeja me parece de lo más resultona y original.
O usarlo de revistero.
¿Por qué no? A mi me ha convencido.
Para guardar objetos (no juguetes) se pueden convertir en prácticos y bonitos muebles de salón.
Y si eres muy decidido, combinar el montaje con hierro le da un acabado brutal.
Las posibilidades de amplían a la cocina, pudiendo utilizarlas de cajones de almacenaje o de bandejas para ordenar los mil potecitos que siempre rondan por las encimeras.
Pero eso no es todo, sácalo de casa, te quedará genial!
Los usos se extienden al exterior de la casa, con posibilidad de utilizarlas como jardineras.
O, con gusto y mucho estilo, convertirlo en un muestrario de flores y plantas.
Buena idea también convertirlo en mesa de jardín o terraza.
Y para bodas, quedan perfectas en rincones románticos que respiran vintage y antiguo.
Como véis las posibilidades son tantas como tu mente te permita imaginar, sólo hay que tener una idea y estar decidido a llevarla a cabo, ¿fácil, no?
Un besito,
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