Hace ya unos meses que sacamos en el blog un post sobre cómo vestirnos monas un día de lluvia y no morir en el intento (AQUÍ).
Sin embargo la marca que sacamos y que nos dio una infinidad de ideas esa vez fue Hunter, conocidísima mundialmente ya por sus botas de agua. Unas botas que pese a no ser más que un poco de plástico (sin desmerecer, eh!) y un diseño más cuidado que las típicas de cuando éramos pequeñas, pican en el bolsillo.
Es por eso que una servidora (yo) nunca llegó a estirarse del todo y las amadas Hunter nunca entraron en mi armario (me encantaría poder escribir vestidor, pero no es el caso. Algún día quizá...). Bueno, por eso y por lo complicado que te lo ponen las malditas para salir de tus pies.
Tanta contención y espera bien merecía un premio al final del camino. Y ese final tan esperado llegó el martes, cuando de casualidad, una tarde de compras y risas (más risas que compras) me crucé con estas botas de agua de la marca Gioseppo que me llamaron la atención de tal manera que no pude reprimir mis instintos, y esta vez sí que me hice con unas de ellas. ¿Por qué?
Tanta contención y espera bien merecía un premio al final del camino. Y ese final tan esperado llegó el martes, cuando de casualidad, una tarde de compras y risas (más risas que compras) me crucé con estas botas de agua de la marca Gioseppo que me llamaron la atención de tal manera que no pude reprimir mis instintos, y esta vez sí que me hice con unas de ellas. ¿Por qué?
1- Porque por su diseño pasan desapercibidas como unas botas normales. Es decir, son aptas para casi cualquier situación, incluso aquellas en las que te las enfundas "por si al final llueve" pero al final no llueve y el sol decide hacer su aparición estelar. Incluso en este momento tan raro sol-yo-botas de agua nadie se dará cuenta si no quieres.
2- Porque es botín y no bota. Y eso me encanta.
3- Porque son originales, y aunque en la zapatería donde yo me las compré habían agotado casi todos los números, sólo las luciremos unas poquitas por Barcelona. Y mi madre.
4- Porque tienes muchos modelos y colores para escoger.
6- Porque te las puedes comprar en verde flúor y bailar bajo la lluvia. Es a lo que invitan, no?
Si no te convencen puedes copiar las mías y comprártelas en uno de los colores de la temporada Burgundy.
7- Porque ya las he estrenado y no duele el empeine cuando caminas. Lo siento chicas Hunter, pero seamos sinceras, esa bota tan alta y tan rígida acababa con mis ganas y posibilidades de caminar.
Fuente: Pinterest
8- Por su precio!
9- Porque tienen unas gomas laterales geniales que te permiten ponértelas y quitártelas en un santiamén. Se acabó la lucha a vida o muerte con ellas cada vez que te las quieres quitar. (Aunque nunca haya poseído unas, sí, las he lucido, sé muy bien de lo que hablo).
10- Porque nos protegen de la lluvia!!!!! Qué menos en unas botas de agua, pensaréis, no? Sí, pero es importante recordarlo.
Si las quieres, pero te da cosa por no saber qué hacer con tus antiguas botas, esta es una bonita opción para reciclarlas, no crees? ;)
¿Las habíais visto? ¿Qué os parecen?
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